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Me postulo como presidente para vencer a Donald Trump y para reconstruir a los Estados Unidos.

No podemos permitirnos otros cuatro años con medidas insensatas e inmorales como las que toma el presidente Trump. Él representa una amenaza existencial para nuestro país y nuestros valores. Si gana las elecciones para gobernar durante otro periodo, es posible que no nos recuperemos nunca del daño.

Lo que está en juego no podría ser más importante. Debemos ganar estas elecciones. Y debemos comenzar a reconstruir a los Estados Unidos.

Creo que mi singular y diversa experiencia en los negocios, el gobierno y la filantropía me permitirán ganar y liderar esta nación.

Como candidato, convocaré a una amplia y diversa coalición de estadounidenses para lograr la victoria. Y como presidente, cuento con las capacidades necesarias para recomponer todo lo que no funciona en nuestra gran nación. Y hay mucho por recomponer.

• Tenemos una economía inclinada en contra de la mayoría de los ciudadanos estadounidenses.
• Tenemos un sistema de cuidado de salud demasiado costoso y que no brinda cobertura a todos los ciudadanos estadounidenses.
• Tenemos comunidades devastadas por la violencia con armas de fuego.
• Tenemos escuelas que no preparan a los niños para el éxito en un mundo que es cada vez más tecnológicamente avanzado.
• Tenemos un sistema inmigratorio que es cruel y disfuncional.
• Tenemos una crisis climática que empeora día a día.
• Tenemos grupos de interés que corrompen a Washington y no permiten avanzar para resolver estos problemas.

Cuando niño y como boy scout, se me inculcó que debía creer en la promesa y en el potencial de los Estados Unidos, y nunca he estado más preocupado por su futuro de lo que estoy ahora.

Al país le va mejor que nunca cuando trabajamos juntos para encntrar soluciones significativas y duraderas para los desafíos grandes a los que nos enfrentamos.

Necesitamos un presidente que comprenda esta realidad – y que pueda cumplir, en vez de solamente hacer promesas.

Soy una persona que pasa del dicho al hecho.

Y estoy listo a enfrentar batallas duras, y ganarlas.

Me enfrenté a Trump por el control de armas de fuego y conseguimos que se aprobaran leyes para el control de armas en varios estados del país.

Me enfrenté a Trump por el cambio climático (que él niega), y lideré una iniciativa gracias a la cual se han cerrado más de la mitad de las plantas de carbón que contaminan la nación.

En estos momentos, Trump está ayudando a sus amigos tabacaleros. Yo he combatido el peligro de los cigarrillos electrónicos para proteger a nuestros jóvenes.

Yo sé lo que se necesita para vencer a Trump, porque ya lo he hecho. Y lo volveré a hacer.

Yo nunca he huido de una batalla dura.

Vencer a Trump y reconstruir a los Estados Unidos es la lucha más urgente e importante de nuestras vidas. Y estoy dispuesto a todo.

Mi decisión de enfrentarme a su intolerancia y odio, y de rechazar sus políticas erróneas se basa firmemente en lo que soy y en mi creencia de que el gobierno puede luchar por el bien.

Durante toda mi carrera me he dedicado a reunir personas que puedan lidiar con problemas ¡y resolverlos! Me ha servido mucho para hacer negocios y para administrar la ciudad más grande y progresista del país.

Sé que también puede funcionar en Washington. Tengo la capacidad de liderazgo y la experiencia para lograrlo.

He sido muy afortunado en mi vida. Cuando vivía con mi familia, mi padre nunca ganó más de $6000 al año. Pero tanto mi madre como mi padre se esforzaron mucho para que mi hermana y yo tuviéramos una buena educación. Me las arreglé por mi cuenta para ir a la universidad y luego conseguir un trabajo básico en Nueva York.

Y de repente un día, a los 39 años, me despidieron. No sabía qué hacer. Pero como tenía una idea para formar una empresa, me arriesgué.

Hoy nuestra compañía emplea a 20 000 personas y obtiene grandes ganancias. Casi todas estas ganancias son destinadas a ayudar a gente en toda la nación y en el resto del mundo. Invertir en nuestros empleados y tratarlos bien es algo de lo que siempre estuve convencido. Pagamos a nuestros empleados muy bien y les ofrecemos el mejor cuidado de salud que existe. Cuando un empleado tiene un hijo, recibe seis meses de licencia remunerada.

He manejado mi empresa siguiendo mis valores: honestidad, integridad, igualdad e inclusión. Es el mismo enfoque que apliqué para gobernar la ciudad.

Fui elegido alcalde de la ciudad más diversa de Estados Unidos apenas algunas semanas después del ataque del 11 de septiembre. Eran tiempos aterradores para nuestra ciudad y nuestro país. Pero reconstruimos la economía con nuevos puestos de trabajo y oportunidades para gente de todos los niveles de ingresos.

A los maestros les dimos el aumento más importante del país y mejoramos un 42 % el índice de graduandos. Redujimos a la mitad el índice de homicidios y a la vez disminuimos las encarcelaciones en casi un 40 %. Logramos reducir las emisiones de carbono en un 14 % y creamos nuevos programas para combatir la pobreza. Ampliamos el servicio de cuidado de salud y fortalecimos a las comunidades de inmigrantes.

Como alcalde, mi prioridad fue atender a los millones de neoyorquinos que más lo necesitaban.

Los asuntos que más me apasionan se centran en reparar los errores que perjudican especialmente a las comunidades más vulnerables. Estoy convencido de que el gobierno puede mejorar la vida de la gente. Lo sé porque eso fue exactamente lo que logramos cuando administré la ciudad de Nueva York.

Desde que dejé el gobierno de la ciudad, fundé el grupo para el control de armas de fuego más grande de la historia. Creé una campaña para combatir a los agentes contaminantes y a las amenazas climáticas más importantes. Como alcalde, logré que se prohibiera fumar en restaurantes y bares, y ayudé a reducir el consumo de tabaco en adolescentes, y sigo ganando batallas contra la industria tabacalera y sus viles intentos por captar el interés de los jóvenes por los cigarrillos electrónicos.

Sé cómo enfrentarme a los poderosos grupos de interés responsables de la corrupción en Washington. Y sé cómo ganarles porque ya lo he hecho, una y otra vez.

Mi trayectoria en los negocios, la administración de gobierno y la filantropía, refleja mi enfoque de gestión y liderazgo. Yo creo y lidero equipos diversos, busco las mejores ideas, hago promesas realistas. Y las cumplo.

Seré el único candidato en esta carrera presidencial que no aceptará ni un centavo de nadie, y trabajaré por un dólar al año.

En el transcurso de esta campaña voy a contarles todo lo que haré como presidente y cómo pienso lograrlo. Voy a diseñar planes para:

• Crear empleos bien remunerados
• Brindar un cuidado de salud de calidad para todos los estadounidenses
• Terminar con la violencia por armas de fuego
• Combatir el cambio climático
• Recomponer nuestro deteriorado sistema inmigratorio
• Aumentar los impuestos a los ricos como yo
• Proteger los derechos de las mujeres y de las personas LGBTQ
• Apoyar a nuestros veteranos
• Restablecer la posición de los Estados Unidos como un país que trabaja para lograr la paz y la estabilidad

Pero más allá de crear planes, les ofrezco mi liderazgo para convertir los planes en realidad. Enrollarme las mangas, motivar a un país a que se una para reconstruir a los Estados Unidos, que sea mejor y mas justo.

Estoy listo para poner manos a la obra.