Aviso a policías: CUIDADO con el inspector MELENAS 

 

RELATO: CUIDADO con el inspector MELENAS: Entra en un domicilio particular de un piso compartido de alquiler por habitaciones para estudiantes, por razones privadas y montando bronca,  a las tres de la madrugada y luego investiga al propietario  de forma torticera.

Su amiga o hija de una amiga le debió de llamar, o el presidente de la Comunidad tras contactar con él, ya que el dueño decidió quedarse a dormir en una habitación libre y sin usar tras dos días de limpiezas y reparaciones. Todo previo acuerdo con ellas. Hay tres de cuatro en la casa de dos plantas. Son cinco habitaciones y dos baños.

Dos de las cuatro chicas no han pagado el mes de la habitación; ya llevan un retraso de más de una semana.

En su contrato de alquiler de habitación, como en colegios mayores o pensiones, hay un plazo de cinco días a partir del cual hay que irse. Un impago temporal es de la amiga, o similar, del inspector Melenas.

A su ‘protegida’ le había descontado, meses atrás, parte de su mensualidad para el piso compartido de alquiler por habitaciones para que contratara una limpiadora: se ve que no lo hizo porque el dueño sacó paladas de polvo, arenas y basura de la planta de arriba sin uso cotidiano y donde está la habitación sin usar. Hay fotos.

Este hecho se lo comunicó a las chicas de forma coloquial, sin recordar a quién se lo descontó, mientras limpiaba tanta suciedad. Ahí, tal vez la angelita dedujo: Si este tío se queda en casa se van a enterar de que engañé con el dinero: La lió y  llamó a su contacto policial personal.

Toda una pícara por lo que se ve: Ángela sería un nombre irónico que le va al pelo: se llevó, en su caso, 60 euritos  por la limpieza supuestamente contratada. También puso una cortinas contra la luz y el calor que si que quedaron muy bien, señalan desde dentro de la vivienda.

HECHO INCREÍBLE

La madrugada del lunes 7 de mayo de 2018, el inspector entra con nueve hombres, casi todos jóvenes,  cinco llegan a pasar el umbral de la puerta, uno asegura que si no se va de la casa irá con ellos a la comisaría.

El agente pensaba  que era un piso de alquiler. No les informaron de que era el dueño.

El dueño les informa, que lo es,  que es un hogar con habitaciones para estudiantes universitarios y de posgraduado y no un alquiler de piso: lo que manda es la legislación de pensiones, hoteles y colegios mayores; y que cada una tiene su contrato en su móvil o en su ordenador, ya que se mandó por email meses atrás.  Que se lo pidan a ellas.

Los agentes cuestionan que sea el propietario:

– ¿Y cómo sabemos eso?

  • Porque tengo una hipoteca, llevo muchísimos años viviendo aquí y todos los vecinos del patio, a los que habrán despertado sus gritos a las tres de la madrugada, saben que soy el dueño.

Sus vestimentas son azul oscuro pero no parecen llevar identificación ni arma a la vista.

En esencia sería: Clientas de habitación de una pensión que aún no han pagado el mes llaman a la policía y logran que echen al dueño. Imposible mejorar!


ESCENA: EL MOMENTO:  El dueño, que escuchó ruidos violentos y gritos mientras duerme, despierta, baja alterado, son dos plantas, y se encontró con la escena:

Nueve maromos han entrado en su casa  a las tres de la madrugada  y supone que las chicas duermen en sus habitaciones.

Le insisten en que abandone la vivienda. Abrumado, tras la conversación, la presión y la escena con el patio vecinal al lado, y la energía reducida un factor físico, coge la maleta tras hacerla mientras le meten prisa verbal desde la escalera, y se va al hotel de enfrente.

Resulta que el inspector Melenas tiene llave. En el portal se da cuenta de que las chicas están en la calle, según se desprende de la conversación con el inspector y su lugar teniente, que parece más compresivo en todo momento.

El Melenas pregunta a qué se dedica y le dice su profesión: Periodista Gatekeeper.

Al Melenas le cambia la cara. Ya en el hall del Hotel le pide el DNI, pasa el número por emisora y se lo devuelve al instante. Tiene usted que comprender que está ante unas chicas jóvenes y hay que entenderlas.

El hombre y propietario de la casa le da la razón, ya que dos mostraron síntomas de cierto ‘retardo mental’ o similar para ser universitarios en los dos días anteriores, como si aún tuvieran la mente en el patio del High School.

No obstante, le señala al policía que eso está en el límite porque dos estudian tercero de Arquitectura; tienen que tener alrededor de 20 ó 21 años. En poco tiempo ya firmarán proyectos, tal vez sólo de una planta con suerte, pensó según recuerda.

En Democracia, la entrada de policías en un domicilio privado es un delito grave. Sin orden judicial o evidencia de delito no pueden hacerlo.

Estamos al final del primer semestre del año 2018. Las chicas abandonan la casa semanas después con las vacaciones académicas de verano.  El hombre les dijo una a una por email, que se fuera de la habitación cuando terminara el curso o los exámenes.

COMIENZA EL ACOSO DIFAMADOR

Durante los años posteriores a este incidente, el hombre, que regresó a vivir en su hogar de forma permanente y cotidiana, ha sufrido operativos policiales camuflados numerosos y por lo que se ve con fines ya sólo difamatorios. Hay público.

   Recuerda haberse cruzado con la cabeza sin pelo del inspector: se ve que dirigió algunos operativos de forma personal con usos de veinteañeras como ‘cebo’ callejero.

La ‘protegida’ del inspector Melenas, o similar, apareció años antes en lo que parece otro operativo:

El hombre venía de comprar entradas para el cine de versión original subtitulada; para hacer tiempo se dirigía al parque cercano, al cruzar el semáforo ve a una chica como la Ángela, con su melena densa y su gafa fina por el lado derecho; a la izquierda, un grupo de cuatro chicas adolescentes camina a paso ligero hacia su posición.

Antes de llegar a su altura, el hombre gira por un camino hacia una rosaleda; una de las adolescentes se esfuerza en coincidir con él. Se cruzan, mira sus deportivas con tacones, una especie de nueva tendencia, interpretó. Al lado, una mujer de mediana edad como en posición de espera.

Chicas veinteañeras se han cruzado también a su paso por la zona del campus de la universidad a la altura de Arquitectura, la facultad técnica de la Ángela. El hombre pasa todos los viernes por ahí por razones de trabajo.

Le ponen chicas de todas las edades como en plan cebo vivo en sus sitios habituales: calles cercanas, piscinas, peluquería, parque, gimnasio… hasta EN EL MERCADO. Es como si buscaran crear un delincuente o que lo parezca.

Y ya hay hasta acoso: Coche policial le siguen a su paso a marcha lenta como esperando una reacción; coche policía en entrada del cine…
Se fomentan cadenas de washaps o similar primero entre chicas como de + 20, luego adolescentes, más adelante de padres de críos, después entre mujeres ya hechas como de 40 ó 60 años y hasta, en la parte final, como de 80.

Madres no dudan en acudir al barrio con sus hijas para ver qué pasa cuando se las cruzan en su camino: Ya es como una actividad turística o de ocio.

Ahora, ya sólo se han detectado mensajes, pocos, a su paso a cargo de hombres, algunos con gesto violento. Hacen foto y la mandan a grupo de mensajería digital con texto de localización. Al menos dos han llamado por teléfono directamente a la policía: un 29 julio y un 7 de septiembre de 2021.

¿Alguien se está protegiendo  con estrategia de ‘inundación’ por haber violado un domicilio particular como mando policíal? RARO RARO RARO. REDACCIÓN con EQUIPO externo de INVESTIGACIÓN

 


HACIENDO EL RIDÍCULO ENTRE EMPODERADOS

El hombre, pizpireto él y con una profesión relacionada con la comunicación personal, les da juego.

Habla con todo el mundo a su paso y no usa washaps por ser fuente de ‘ruido’ prejudicial y no profesional. De hecho ya no tiene móvil tras 17 aparatos en dos décadas; todos con sus respectivos cargadores.

Con el uso casi permanente de portátil y email le vale en la vida profesional. Se relaciona con las personas en la vida privada como se vivía en el 2000.

Además, difunde y regala a veces un libro para menores de 25 años con la síntesis de las troncales de la universidad. Estaba haciendo el ridículo.

Pero hubo un benefico que compensa todo: descubrió con seguridad que hay delincuentes en su entorno cercano por intento de apropiación de bienes y dineros.  Ahí se inicia un bucle difamatorio y oscuro: El Melenas lo iluminó todo: Un 10 !

 

DESCARGA INFORME EN PDF

inspetor_melenas_report_2021


ACTIVAN ESTRATEGIA POLICIAL TORTICERA:

Difamas, activas a vulgo y a esperar que se denuncien entre ellos para que los delitos de los policías queden tapados y en el olvido

 

En una estrategia de huida hacia delante e inundación, lanzan campaña difamatoria, montan operativos en zonas públicas de forma reiterada para que en cada uno salgan testigos de que se investiga al hombre…. Hasta el punto que civiles, especialmente chicas jóvenes, crean los suyos tras aprender de las reclutadas por policías para los suyos.

EN FIN se activa un bucle.

El deseo de los policías, temerosos de ser condenados por su delito (echar a un ciudadano de su casa de madrugada) esperan a que el hombre se enfrente con algún ciudadano o ciudadana de los que le hacen fotos con el móvil, le montan operativos y le difaman para que entre en una espiral de denuncias entre personas que deje lo suyo tapado, arrinconado y para el olvido. ESTE SERÍA UN CASO DE CORRUPCIÓN POLICIAL ENTRE POLICÍAS.


 

TRAMPAS DOSIER, EN AMAZÓN