RELATO Hay personas para las que salir a la calle es PELIGROSO

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SEGURO QUE HA HABIDO Y HAY MÁS, PERO AÚN NO  LAS RECUERDA:

Lo que sigue ha sucedido durante años

 

  • Niña preadolescente habla alto durante horas y se tira por césped frente a ventana a unos 150 metros, durante unas cuatro horas. Días de calor, ventanas abiertas.

 

  • Niña maquillada con top y pantalón corto se cruza en su camino en parque con rosaleda. Él sigue su camino, está hablando por móvil y quiere ir al baño; en esa época necesita beber mucho agua por razones médicas: la niña va hacia donde está. Estaba mirando un rosal y ella hace lo mismo después: Hay dos adultos cerca. Uno dispara cámara desde lejos más tarde en dirección a la persona. Imagen: Niña, hombre, bici,  mano en móvil, mano en baile sanbito para retrasar ida al baño sin dejar la bicicleta sola.

 

  • Chica como veinteañera escasa se encuentra parada en su camino por el parque. Le mira, hablan. Todo muy dulce. Se citan para otro día, tal vez le dio su número: él a ella. No hay más encuentros.
  • Chica joven veinteañera está sentada fumando en banco parque. Le mira como sonriendo. Él no se acerca, tiene prisa. Otro día aparece en la acera en su camino diario hacia el metro. No hay contacto.

 

  • Chica de alrededor de 16 habla alto con señora acompañada de niños sobre el camino a piscina. Hablan muy alto a su paso. Él, como todos los días va hacia esa piscina. Se ofrece a acompañarla. La dice donde es cuando aparece a la vista la puerta. Ella le dice que sigue con él hasta entrar. Ella tiene un móvil en la mano. Le cuanta que está en una residencia de menores aunque tiene 17 años. Suena a fracaso de unidad familiar. Le insiste en que tiene 17 años. Él le da un pequeño consejo para la vida y comenta que saque el carnet para no hacer cola. Llegan a taquilla y les dicen que no funciona la máquina para pasar la tarjera. Ella hacia vestuario femenino; él hacia el de chicos. La piscina está a rebosar de gente: Todos tatuados. Se vuelve a casa.

 

  • Va al parque como todos los días a jugar al baloncesto. Una chica alta como veinteañera y con gafas sale a su encuentro en semáforo, viene de frente, va con un chico.

 

Se cruzan. Ella se da la vuelta y le sigue con el chico al lado; habla alto sobre qué hacer y adónde ir.   Desde la cancha ve que la chica le mira mucho desde lo alto de una barandilla. Como diciendo: hazme caso.

 

Otro día se la encuentra en escaleras de la parte alta de ese parque va con un amigo y saluda a otro. Cuando pasa cerca habla de forma más pronunciada y se estira como resaltando figura: Lleva un top muy bonito.

Otro día entró en el super pasando al lado de él. Coincide con él en la caja mientras el hombre paga, sólo lleva una barra y resulta que no lleva dinero para pagarla. Al tiempo el hombre mete sus cosas en las bolsas. Pensó en pagare la barra, pero no lo hizo.

 

  • Va como todos los días a la piscina de invierno. Baja por la calle de siempre a la misma hora más o mensos. Al fondo una jovencita, parece más bien una niña no para de mover la melena delante de ventana coche. Un hombre con aspecto de ser su abuelo la mira. Cuando ya llega a su altura comienza a andar, él les adelanta con su paso más ligero. De repente una zona de sol y se para en la pared a tomarlo. Ellos, abuelo y niña, pasan delante, pero no les ve con los ojos hacia el sol. Después de un rato sigue su camino, hay un hombre en el asiento de un conductor a su lado. Tiene aspecto de llevar mucho tiempo allí.

 

  • Sale de la peluquería, según va andando una jovencita, aún niña, camina mirando hacia atrás cada poco… anda como a cámara lenta. Le mira a su paso.

 

  • Sale a correr, se cruza con un señor que va con perro y niña. Al verle saca el móvil y manda mensaje.

 

  • Sale a correr, a lo lejos un hombre que está de paseo le mira y saca el móvil. Parece que manda mensaje. Al rato en otra calle se cruza de frente con él, el hombre ya mayor como de 70, pone cara de asustado y se para. Él también y le deja pasar por la acera, una chica venía detrás. Sigue su camino. Cruza la calle y sigue corriendo.

 

  • De camino de vuelta de correr sale de la zona verde a cuesta de asfalto hacia su casa, una chica muy joven como preadolescente va con un patinete cuesta arriba, lleva chaqueta y un pantalón muy corto ajustado, enseña la nalga en exceso.

Va como varias decenas de metros por delante, en otra calle más arriba se cruza en su camino con el patinete y entra en un portal abierto a la calle con rampa de parquing. Él pasa a la altura y sigue su camino. La chica pequeña estaba como sentada en las escaleras, pero no lo vio bien.

Al llegar a zona ajardinada al lado de su casa un hombre con prendas deportivas y playeras realmente bonitas está mirando la pantalla del móvil y a él según se acerca. Él pasa a su altura mirando a las deportivas, se cruza  con una vecina y llega a su casa.

 

Dos días después, de repente  se da cuenta de que es la misma chiquilla que se ha cruzado con él meses antes. Y tal vez un año o dos antes. Le hace gracia.

  • Unos días después nota como que le hacen fotos en la calle a su ventana cuando está asomado… y al día siguiente en la calle que atraviesa a primera hora de la tarde los días que va a hacer la compra: Fueron disparos de fotos como los balazos al paso del  coche descapotado de Kennedy en Dallas en 1963.

 

  • Días después nota miradas. Las personas que ve usualmente en las tiendas le miran un poco diferente. Todo muy educado y comedido.

Se da cuenta de que hay como una ‘cacería’. Se da cuenta de que la chiquilla del patinete es muy parecida a una niña que años antes le miraba mucho,  cuando iba del brazo de su padre tras pasar por delante de su portal poco antes de que él entrara. O dios mío, es que la ha visto crecer.

Es en ese momento cuando empieza a recordar, y lo sigue haciendo, las cosas algo extrañas que le han pasado durante años y años. Y aquí las escribimos.

 

HIPÓTESIS. Sin darse cuenta, este hombre bueno lleva cinco años pisando sobre trampas puestas a ver si cae en ellas. ¿Alguien le quiere entre rejas?  

 

Y ¿por qué?

 

Ha estado años intentado buscar y respirar aire limpio en parques cercanos por un problema repentino de sequedad extrema por un efecto adverso  de medicamento en un nuevo uso.

(DE HECHO, ahora se da cuenta de una coincidencia: La aparente ‘campaña’ corrupta de intentar crear un delicuente y un delito, comienza después de presentar notificación de los hechos a las direcciones de las personas denunciadas por práctica médica  torticera y no empírica).

Ergo, un adulto solo tanto tiempo por parques … habrán pensado que es algo extraño.

( y, en su caso, una oportunidad de acoso y difamación para anular al denunciante de la promoción punible de un nuevo uso de medicamento)

Alguien o varios deben de intuir que es un hombre malo.

Además, es muy extrovertido, habla con todo el mundo, sobre todo al atardecer:  De hecho es parte de su trabajo: observar y hablar.

En días con aire cálido y húmedo rebosa optimismo tras años de sufrir y sufriendo un procedo de sequedad.

Cuando hace deporte de nadar y bucear sencillamente entra en eclosión física y de ánimo. 

Alguien le marca en la piscina: una empleada… y una bola de nieve empieza  rodar cuesta abajo, pasa a la calle y la mensajería y fotos digitales hacen el resto.

Hay personas para las que salir a la calle, es peligroso.

 

Ahora recuerda que en el supermercado en una ocasión entró una chica con paso ligero y le dio en el hombro como un tetazo mientras él esperaba en la cola de la caja; otra vez se la cruzó en la calle y se quedó mirándola por si quería conocerle o similar. Cruce de miradas, pero la chica, que va con otra, no abre la boca.

En otra ocasión, en el mismo super se le colocan dos hombres a la vez a cada lado como en una especie de acosos sexual homosexual.

Se sorprende, coge su bolsa de fiambre y sigue la compra, en un pasillo de repente  decide dar la vuelta para ir a la caja y zas, un hombre enjuto robusto le mira con cara como de desafío.

Meses después de da cuenta que es el mismo  que hacía como de abuelo con la niña que se arreglaba la melena en ventana de coche un soleado día de invierno.

  • Además, le recuerda a otro, más joven, que dos décadas antes subió a su casa como alterado, como pensando que pasaba algo malo. Fue en unos días en los que hubo presión torticera en un proceso de negociación con 42.000 euros en juego: Hubo intento de difamación para debilitar la posición en la negociación. ¿Será el mismo, con sus orejitas de soplillo,  y pensará que está ante un hombre malo?

 

Menuda historia.  Cuántas de las chicas que le han salido al encuentro en sus paseos durante años lo hicieron no por su cara bonita, sino para saber qué pasa o pasaría: Todas muy educadas y comedidas, por cierto. 

 

Pero… y si le ponían en la piscina cubierta niños cerca para ver qué hacía ¿Una vez una señora mantuvo a un bebé en su pasillo de natación durante mucho tiempo, la criatura ya tenía los labios morados.

Otra vez, una niña bastante crecida permaneció inmóvil en un pasillo hacia los vestuarios  las dos veces que pasó a los largo de unos 20 minutos.

NOTA En algunos casos parece que ha sido como un proceso mental en el que la mente humana, direccionada, trata una y otra vez de intentar confirmar una sospecha y si no lo consigue… insiste, insiste… hasta que una mirada, un gesto… les da su satisfación. O no.

Recuerda la mirada de admiración que le dedicó una señora, tal vez una mami,  que  lleva a nadar a una criatura minusválida. Lo debió de captar porque sus bañadores pasaron del gris al sensual fusia… pero nuestros VulgoDifamadores no lo habrán dudado: También le gustan los bebes minusválidos.

Fue llamativa la forma en la que le saluda un profesor de natación; con tono claro y  rotundo como que si se conocieran de toda la vida. Estaba protestando por el acoso difamador al hombre de algunos empleados; sobre todo de una.

Otra vez, un padre con un niño y una niña les animó para que hicieran estiramientos como él. La cosa duró bastantes minutos, fue como una clase, hasta que nuestro hombre les mandó tomar la merienda que dejaron a un lado en su envoltorio de plata. “Y le hacen caso”, enfatizó el Papí orgulloso de la escena. Tal vez el hombre vino a demostrar que él y otros muchos no creían en la hipótesis del monstruo del agua.

En fin. En las manadas salvajes, los machos solteros maduros con mucha testosterona son rechazados, y hembras similares, por cierto.

 

En las naves de pollos no debe entrar una avutarda silvestre o pollo de corral  asilvestrado: Se las comen a picotazos de rechazo.

Ya no hay pollos de corral con los que convivir. Solo pollo de nave: tapia, uralita, pienso engorde y se acabó: Carrefour, Facebook Telebasura y Wasap. O no.

RELATO PARA TELESERIE /Verónica Loewen

 

Hay personas para las que salir a la calle es PELIGROSO que diría La Veneno y no hay que ser travesti para sufrirlo.


Banksy, o similar, contra aspirantes a vulgonazis del smartphone y su chismorreo difamatorio y persecutorio

Blackberry se va del barrio

La imagen apareció cerca de la casa de la víctima este agosto, en la esquina de la plaza más pequeña de la ciudad; tanto que ni tan siquiera lo es. Ya se la conoce como la Plaza del Chisme

La ha tenido que ver porque pasa por allí casi a diario. Acababa de ser su cumpleaños.

Es como una muestra de apoyo rotundo del artista global , o similar, a los difamados vía wasaps y supercámaras smartphones ROCK AND ROLL !

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