Para acabar con un empleado, ponle sobres con dinero en cajones cercanos a su mesa

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HECHO IINVESTIGADO  

Año 2010 Asesor externo de una empresa se queda siempre trabajando hasta tarde (también entra tarde por las mañanas), le llama la secretaria de dirección una vez para que mire si hay un sobre con dinero en un cajón.

Tiempo después esa secretaria habla mal del contratado que metió en la oficina un ayudante con el que la secretaria ya se lleva muy bien.

Once años después llama a jefe de la empresa para verificar que ese sobre con dinero no era una trampa, ya que ha descubierto, con otros, que le ponen trampas para intentar de delinca o que pueda ser marcado como sospechoso.

El empresario, que contrató a esta persona con un compromiso de remuneración muy alto para sacarle de donde trabajaba, no le da el teléfono de su ex secretaria y dice no saber del asunto, aunque no descarta que pudiera haber sucedido.

 

Queda en mandar una idea nueva para seguir colaborando y su contacto … a los pocos días suena el teléfono. No habla nadie. Poco después el aparato hace ruido como si hubiera otro supletorio en el lugar.

Ahora sabe que su ex colaborador le odia y por su profesión no es improbable que no sea confidente de alguna cloaca de servicios secretos. Durante años siempre estaba pendiente de él con llamadas informales y para saber qué hace y por dónde anda. CURIOSO

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Usar el rumor difamatorio a veces funciona

Prolifera la difamación con el uso de trampas para intentar acabar con competidores empresariales y profesionales.

Para acabar con un empleado, ponle sobres con dinero en cajones cercanos a su mesa, si un día se lleva dinero, le denuncias.

Para acabar con una empleada de la limpieza, ponle joyas en cajones de las casas que limpia, si un día se lleva una, denuncia y se acabó.

Para marcar a alguien, llamar o mandar aviso anónimo a servicios policiales: Por ejemplo: Mercancía ilegal en maletero del coche. Tras un registro o dos el asunto se acaba, pero siempre da juego para rumorear con que los hubo. La policía no suele informar a la víctima de la difamación que ni se entera del porqué. Controles de carreteras siempre hay.

Lo mejor es animar a otros para que pongan las trampas. Usar el rumor difamatorio a veces funciona.

En difamación con delitos con uso de jóvenes y menores, el resultado es automático: Se apuntan con facilidad.

ESTUDIO DE CASO

MARCAJE Y DIFAMACIÓN Durante ocho años, verano tras verano, desde la propiedad de un hotel con piscina se va chismorreando a algunos clientes que hay un nadador que mira mucho personas jóvenes menores.

MOTIVO El marcado es un competidor en negocios de uno de los clientes de la propiedad del resort y buscan apartarle de su camino en operaciones societarias punibles.

Sea cierto o no, clientes empiezan a poner por delante del personaje marcado a sus críos y adolescentes.

Nadie le comenta nada ni le pregunta ni avisa.

EFECTO Cada vez que el personaje mire, aunque sea una vez de cada diez por coincidencia natural, se activa un proceso mental de confirmación del chisme.

Día a día, año a año, el asunto prolifera y hasta cuerpos especializados policiales activan operaciones.

Sin delito no hay detención, pero la carpeta, en formato digital, queda abierta y puede saltar vía informática en cualquier consulta. Se crea mercado para la actividad policial.

RESULTADO POSIBLE Si el marcado y difamado cae en delito, queda detenido y eliminado de la competencia empresarial.

OPERACIÓN TERMINADA. El juez que lo juzgue no sabrá que fue una operación de fomento del delito y no de prevención y combate como ordena la ley.

RESULTADO PROBABLE Si el marcado y difamado no cae en delito queda marcado. Ciudadanos empoderados con mensajería digital le harán fotos con sus teléfonos en cualquier instalación deportiva en la que le encuentren.

Críos jugarán a ponerse se delante  para ver qué pasa por su cuenta. OPERACIÓN ya nunca TERMINADA

Uno de los engaños con cebo-trampa más eficaces para personas mayores con dineros, es estimular su apagada testosterona  con cuidadoras o cuidadores jóvenes.

Tarde o temprano, cae y muerde el cebo con  motivo para una denuncia. Y ya está.

Aunque no le condenen, le dejas marcado en el entorno social o familiar. Esto lo sufren más hombres que mujeres. De hecho es como un engaño de género. La colaboración y complicidad del que cuida no es imprescindible.

TRAMPA

Infracción maliciosa de las reglas de un juego o de una competición.

Ardid para burlar o perjudicar a alguien.

Artificio de caza que atrapa a un animal y lo retiene.

PIEZA DOCUMENTAL PARA RELATOS TV SERIE


 

TRAMPAS DOSIER, EN AMAZÓN

 

 

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