Muerte por decapitación a picotazos en plena corrala de La Latina

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El pequeño Mirlo MATADOR: Atraviesa de un picotazo el esternón de otro macho, le saca el esófago y le decapita

Dos mirlos machos en el mismo patio con jardín con riego de plantas por goteo con caracoles bajo los cientos y cientos de hojas de enredadera rastrera y jazmín sin flor por la borrasca filomena.

Era extraño que duraran tanto tiempo cerca y en el mismo hogar en la llamada insistente a hembras para que vengan a compartir su reino de comida, abrigo y reproducción,

Tal vez eran hermanos de diferente añada. Es un patio en el que al final de todos los inviernos llega el mirlo, pía, pía y pía hasta que llega una hembra receptiva y zas. Siempre sale un pollo adelante y a veces dos.

Lo difícil es aprender a volar porque el patio es de paredes altas y cuesta saber salir y saber entrar.

Este año el de menor tamaño, ergo probablemente el hermano más pequeño, se mostró beligerante.

Cuando comían caracoles, siempre en la misma zona, el grande se mostraba como cohibido ante el talante del de menor tamaño. ¿Y si era el padre?

Los mirlos comunes tienen un comportamiento territorial muy acentuada y no viven en grupo.

Vive unos dos años

Se veía venir. El aviso fue esa mañana en el que los piares en lo alto de la antena del grande eran respondidos como con gritos de pitidos por el otro desde una antena cercana.

Llegó la pelea en el suelo de baldosas junto al jardín. El grande volcó con las alas hacia el suelo, el pequeño se petó con las patas en su pecho y LO MATÓ de un picotazo en el pecho.

No paró hasta que le sacó es esófago, como si sacara una lombriz de la tierra,  que hay quedó apartado a un lado en forma de ese larga.

Siguió con el cuello; decapitó al pollo. Las plumas suaves, negras y pequeñas revoloteaban por el suelo como haciendo remolinos de aire.

El patio ya tenía Rey. Ahora le hace frente sin remilgos a una urraca que cae para atrapar caracoles entre las hojas de la inmensa enredadera rastrera. Siempre la saca a gritos de su pico.

La persigue entre barandillas de la corrala y entre las palmeras. La urraca, mucho más grande, se va sin pensarlo mucho.

Y LA VIDA SIGUE UNA PRIMAVERA MÁS.

En sus llamadas de pío pío nunca se repiten los mirlos. ¿Qué dirán? COLABORADORA CRÓNICA DE SUCESOS  / LATINEAR .COM

Escuchar el canto

El canto del mirlo está considerado como uno de los más bellos cantos de las aves de Europa

Leer más sobre la especie

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