Máximo Académico 2. Alguno de tus amigos dejará de serlo

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  1. Alguno de tus ‘amigos’ será tu enemigo

 

Lo dicen algunas estadísticas médicas, son bastantes los individuos que desarrollan un trastorno mental ahora y/o a lo largo de su vida (bueno, en este caso muchos más); si no te lo crees, fíjate en alguna de las personas mayores que te rodean, fíjate bien y con cariño (y por favor, no abras la boca si lo ves). No es que se conviertan en locos, son simples trastornos; vamos, que se les cruzan los cables con algunas cosas.

 

No lo dudes, algunos de tus amigos dejarán de serlo de forma temporal o definitiva (tal vez por un ‘cruce de cables’), y uno o unos pocos se convertirán en enemigos. Es la vida.

 

Bueno, y si llegas a Presidente, ni te cuento. Algunos, muchos, te darán hasta en el carnet de identidad, o al revés. Es el juego del poder. En el mundo de los adultos no te creas que hay tantas diferencias entre el presidente de los Estados Unidos, el dueño del supermercado de la esquina o tu padre o madre en su vida laboral si son jefes, jefes de verdad, personas con poder.

 

Si eres estudiante de farmacia, quién sabe si llegarás a jefe, jefa, de la agencia del medicamento; tus decisiones sobre si autorizar un nuevo fármaco o no valen millones para algunas empresas, miles de millones.

 

NO TE EXPONGAS DEMASIADO

 

Si te expones demasiado en internet querrán saber hasta el color de tus bragas. Saber de ti, y en su caso, presionarte. Es el lobby ‘duro’.

 

Una de las razones del crecimiento bestial de los usuarios de las redes sociales es que durante un tiempo te obligaban a escribir la clave de tu cuenta de correo para capturar tu lista de contactos electrónicos y mandar de forma automática un correo firmado por ellos mencionando tu nombre; ahora lo presentan como una opción. Bueno, suelen escribir que se lo das a una máquina y que “no graba la contraseña”, pero la máquina está diseñada y gestionada por personas, por empresas, y como verás los buscadores cada vez tienen más acceso a más sitios supuestamente protegidos. Un simple error informático puede desencadenar otros que dejen vía libre al acceso a páginas con contraseña y/o a tus correos privados si al final resulta que la contraseña se quedó registrada (de hecho, Google y otros buscadores ya rastrean tus correos –de servicio gratuito– alojados en sus servidores en busca de términos que guíen la inserción eficaz de publicidad).

 

El error es técnicamente posible, aunque improbable, pero también hay fallos con la custodia de las cuentas de tarjetas de crédito. En su caso, te van a desnudar. Si no hay riesgo deberían destacar vídeos e informes que lo demuestren.

 

La confianza entre las personas es elemental para que marche la actividad humana, pero yo creo que con esta práctica, la de pedir la contraseña y otras, muchos se han pasado.

 

Tu clave de correo se puede haber quedado en sus archivos, o en los de empresas asociadas que hacen esto. ¡Cámbiala! Cualquiera que te la pida de forma obligatoria, aunque sea vía formulario en pantalla es, ¿como poco, un mal educado, o no? La verdad es que si eres el creador de una red social y eso te incrementa el número de miembros de forma exponencial, resulta difícil renunciar a esa herramienta. Manda tú correos, en su caso, para que la página sea más social. Y, por favor, que tus claves no sean sólo una palabra del diccionario o un simple nombre.

 

Usa letras, números y signos y cámbiala cada tres, seis o doce meses. También puedes abrir una cuenta sólo para la actividad en redes sociales. Ah! Y no mandes información muy personal desde la cuenta de la empresa en la que trabajas, el servidor que aloja las cuentas lo controla la empresa, el dueño, el experto o alguno de sus directivos; si quieren, pueden. A diferencia de los de caralibro, ellos te conocen de forma personal.

 

Si tuviéramos acceso a los contenidos totales de la información que se escribe en las redes sociales personales comprobaríamos la evidencia: medio país está criticando al otro medio de forma permanente. Son las cosas de parlotear, el twittear que se dice en inglés ya antes de que apareciera la famosa página de mensajes que tantos y tantos usamos, unos para comentar la actualidad y otros como si fuera otra red social masiva más de vida personal.

 

PARLOTEAR

 

No te confundas, el mundo digital no es como el mundo material; ellos pasan la voz, los textos, los colores, las imágenes a dígitos, a números. No seas un 0101. Vales mucho, pequeño. Se contarán con los dedos de una mano tus amigos de verdad. Por ellos, todo.

 

No te expongas demasiado, excepto si tienes un plan, una estrategia de comunicación para conseguir algo, para vender. No olvides nunca que en un privado digital no estás hablando como en tu habitación en plan confidente con tu amiga, amigo, hermano, hermana; en el mundo digital todo es potencialmente público, convertible en una conversación a voces de balcón a balcón en el patio de vecinos o en la plaza mayor. Sé más extrovertido en la vida y menos en la ‘vida’ digital.

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